Estimado amigo:
Te
remito una nota que me ha enviado un magnífico amigo, para que se someta a
cierta reflexión tras su lectura.
Mis más cordiales
saludos
Manuel J. Selva
Este correo está dedicado a las
personas que nacieron antes 1970 .
La verdad es que no sé cómo hemos
podido sobrevivir a nuestra
infancia!!!!
Mirando atrás es difícil creer que
estemos vivos en la España de antes:
Nosotros viajábamos en coches sin
cinturones de seguridad traseros, sin sillitas especiales y sin air-bag,
hacíamos viajes de 10-12h con cinco personas en un 600 o en un Renault 4 y
no sufríamos el síndrome de la clase turista.
No tuvimos puertas con protecciones,
armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de niños.
Andábamos en bicicleta sin casco, ni
protectores para rodillas ni codos. Los columpios eran de metal y con
esquinas en pico, y jugábamos a "lo que hace la madre hacen los hijos",
esto es a ver quien era el mas bestia.
Pasábamos horas construyendo nuestros
"vehículos" con trozos de rodamientos para bajar por las cuestas y sólo
entonces descubríamos que nos habíamos olvidado de los frenos. Después de
chocar con algún árbol, aprendimos a resolver el problema.
Jugábamos a "churro va" y al pañuelo y
nadie sufrió hernias ni dislocaciones vertebrales.
Salíamos de casa por la mañana,
jugábamos todo el día, y solo volvíamos cuando se encendían las luces de
la calle. Nadie podía localizarnos.
Eso si nos buscábamos maderas en los
contenedores o donde fuera y hacíamos una caseta para pasar alli el rato.
No había móviles.
Nos rompíamos los huesos y los dientes
y no había ninguna ley para castigar a los culpables. Nos abríamos la
cabeza jugando a guerra de piedras y no pasaba nada, eran cosas de niños y
se curaban con mercromina (roja) y unos puntos y al día siguiente todos
contentos.
La mitad de los compañeros de clase
tenía la barbilla rota o algún diente mellado, o alguna pedrada en la
cabeza...
Tuvimos peleas y nos partíamos la cara
unos a otros y aprendimos a superarlo.
Íbamos a clase cargados de libros y
cuadernos, todo metido en una mochila que, rara vez, tenía refuerzo para
los hombros y, mucho menos, ruedas!!!
Comíamos dulces y bebíamos refrescos,
pero no éramos obesos.
Si acaso alguno era gordo y punto.
Estábamos siempre al aire libre,
corriendo y jugando.
Compartimos botellas de refrescos y
nadie se contagio de nada.
Sólo nos contagiábamos los piojos en el
cole. Cosa que nuestras madres arreglaban lavándonos la cabeza con vinagre
caliente.
No tuvimos Playstations, Nintendo 64,
vídeo juegos, 99 canales de televisión, películas en vídeo, sonido
surround, móviles, ordenadores e Internet, pero nos lo pasábamos de lo
lindo tirándonos globos llenos de agua y arrastrandonos por los suelos
destrozando la ropa.
Nosotros si tuvimos amigos. Quedábamos
con ellos y salíamos.
O ni siquiera quedábamos, salíamos a la
calle y allí nos encontrábamos y jugábamos a las chapas, a la peonza, a
las canicas, a la lima, al rescate...,en fin tecnología punta...
Íbamos en bici o andando hasta su casa
y llamábamos a la puerta. ¡Imagínense!, sin pedir permiso a los padres,
¡nosotros solos, allá fuera, en el mundo cruel! !Sin ningún responsable!
¿Cómo lo conseguimos?
Hicimos juegos con palos, botellas y
balones de fútbol improvisados, y comimos pipas y, aunque nos dijeron que
pasaría, nunca nos crecieron en la tripa ni tuvieron que operarnos para
sacarlas.
Bebíamos agua directamente del grifo de
las fuentes de los parques, agua sin embotellar, donde chupaban los
perros!!!
Íbamos a cazar lagartijas y pájaros con
la ,escopeta de perdigones o con el tirawebos, antes de ser mayores de
edad y sin adultos, DIOS MÍO!!
En los juegos de la escuela, no todos
participaban en los equipos.
Los que no lo hacían, tuvieron que
aprender a lidiar con la decepción.
Algunos estudiantes no eran tan
inteligentes como otros y repitieron curso.
¡Que horror, no inventaban exámenes
extra!
Y ligábamos con las chicas
persiguiéndolas para tocarlas el culo y jugando a beso, verdad y
atrevimiento, no en un chat diciendo :) :D :P
Éramos responsables de nuestras
acciones y arreábamos con las consecuencias. No había nadie para resolver
eso. La idea de un padre protegiéndonos, si trasgredíamos alguna ley, era
inadmisible, si acaso nos soltaban un guantazo o un zapatillazo y te
callabas.
Tuvimos libertad, fracaso, éxito y
responsabilidad, y aprendimos a crecer con todo ello.
Tú eres uno de ellos?? ¡Enhorabuena!
Pasa esto a otros
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